La actual orientación de los bancos, como se aprecia en la patética imagen de la izquierda, demuestra su inutilidad e incapacidad de proporcionar una panorámica relajante y confiable a sus usuarios.
Basta un poco de limpieza de las capas superiores y un giro de 180 grados, para conseguir el objetivo para el que han sido creados, sin necesidad de más inyecciones de capital y consiguiendo el agradecimiento del público, en un entorno de paz y tranquilidad, para sentarse y soñar en inversiones seguras, créditos razonables y llevaderos con la vista puesta en un horizonte amplio y diáfano.
La foto inferior demuestra que - Es posible - !.
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