jueves, 4 de octubre de 2012

Elecciones en Venezuela

Hace muchos años, en el siglo pasado, pude presenciar unas Elecciones Generales en Venezuela. Se trataba de un espectáculo festivo, mareas de gente por las avenidas de Caracas, unos de verde y otros de blanco. Había cordialidad entre la población, pues ya todos sabían que, sin importar el color del partido, iba a salir triunfante la oligarquía de turno, la verde o la blanca.

Fueron los tiempos en que había una atrayente campaña internacional para fomentar el turismo a Venezuela, que, siendo uno de los paises más agrestes y con paisajes más pintorescos del planeta, utilizaba el slogan "Venezuela, un país para querer". Corrían los "bolos" y había política de "pleno empleo". Ningun ascensor sin ascensorista que apretara el botón del piso al que ibas. A pesar del inmenso ingreso petrolero del país, el presidente llegó a preguntar "donde están los reales ?". Como si fuera un secreto de estado y como si nadie supiera que la riqueza de Venezuela yacía en cuentas cifradas en Suiza.

Sin embargo, los ricos y los pobres vivían y malvivían respectivamente, en una complacencia adobada con suficientes recursos para alimentar un conformismo pacífico, alentando una sociedad felíz, con arepas y pabellón criollo o con viajes de fín de semana a Orlando para los que se lo podían permitir.

Hoy Venezuela, en mi opinión es el pais más rico, per cápita, del mundo. Las mayores reservas mundiales de petroleo, aparte de la bauxita, el hierro, el oro, los diamantes, las playas, su gente...

La retórica que llevó al actual presidente a la victoria, ahora candidato para las elecciones de éste próximo domingo, ha sido determinante hace 12 años para haber podido cambiar el rumbo del expolio del país por unos pocos, en detrimento de una población poco preparada y artificialmente mantenida al márgen de los circuitos económicos, hacia una redistribución más equitativa de la ingente riqueza del país.

Pero no fué así !. -

Se podían aprovechar los inmensos recursos naturales, para desarrollar en el país, la investigación, los estudios avanzados, la industria propia, la agricultura, el comercio, sanidad avanzada, vías de comunicación, turismo, todo creando empleo digno y movilización de dinero circulante. Ya los Emiratos Arabes se tomaron la molestia en desarrollar el centro logístico más importante en Cercano Oriente, para tener una fuente de trabajo y de ingresos, más allá del fín de sus ingresos petroleros. Eso que no hay más que desierto por ofrecer.

El hecho de "aniquilar" sin más a los competidores en quedarse con la plata, oligarcas de las telecomunicaciones, banca, energía y otras tecnologías avanzadas, fué nefasto para el país, pues de paso se  destruyó el saber hacer y la tecnología que hacían mover el país hasta ese momento. No habría sido más sabio negociar y limitar los excesos, abrir el camino para generaciones emergentes de venezolanos con altas cualificaciones para ir ocupando paulatinamente los puestos claves en el país ?.

Los programas de subvenciones y ayudas a los más necesitados son propios de regímenes que NO tienen recursos propios, que han sido aislados y boicoteados por más de 40 años, que, a pesar de tener el mejor nivel de educación y medicina, no tienen salida alguna por el boicot internacional que sufren en aras de un mundo del capital que pretende ahogarlos como sea.

Los venezolanos son dignos de un mundo mejor. Están disponibles absolutamente todos los recursos necesarios, sobre todo una juventud vivaz, inteligente y con muchas ganas de hacer que éste precioso país se convierta en un pequeño paraiso placentero, para propios y extraños.

No, amigo Chavez,  tus, seguramente bien intencionadas palabras, no han hecho de Venezuela, la patria de mis hijos, un "país para querer".

El odio y la polarización política, la dependencia y la inseguridad, no han contribuido en los últimos 12 años a convertir a Venezuela en el paraiso que podría ser, dada la enorme riqueza que le ha concedido la naturaleza.

Quiero que todos los venezolanos vivan con dignidad, con un trabajo fruto del propio esfuerzo, con una atención sanitaria y educación adecuados, con un techo sin goteras ni deslaves por la montaña. Los medios ahí están. Cada pueblo tiene el gobierno que se merece. - Venezuela merece algo mejor -
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