domingo, 28 de noviembre de 2010

Elecciones catalanas y otras batallitas-

Hoy tenemos elecciones en Cataluña y tambien en Haití, mientras amenaza una guerra entre China y EEUU (a través de las 2 coreas). Con ésta panorámica, mejor ir a dormir la siesta que opinar.

Sin embargo....

Cuando en el juego de poker se mezclan las cartas, la suerte está echada. No importa que cartas tocan a cada uno de los jugadores, la banca (estadísticamente) siempre gana - las reglas del juego le dan la ventaja en caso de empate.

Las grandes corporaciones y algunos pocos elementos del lado oscuro se llevarán la mayor tajada de los acontecimientos de hoy anotados al principio, mientras que los electores en Cataluña y en Haití, así como los pobres exaltados en Corea, tenemos que creer que contribuimos a un mundo mejor con nuestro voto o con nuestra batallita.

No importa el desenlace, todo el teatro vibra de emoción, mientras, detras de los bastidores unos pocos se reparten el beneficio de la "movida".

Si no hay algún cambio político,indistintamente del color, si no hay alguna guerrita, si no hay ni amenazas ni desigualdades, los "oligarcas" como los llamaría Chavez, no tendrían donde pescar y no habría negocio.

Hala... a votar... el show debe continuar !.

lunes, 22 de noviembre de 2010

Guerra de divisas ?

En realidad no creo en eso de la guerra de divisas que se cierne actualmente sobre nuestra economía global. Ciertamente es una guerra de intereses económicos de las grandes corporaciones globales con el apoyo de sus respectivos gobiernos.

El perjuicio para el ciudadano de a pié puede ser enorme, pues la interdependencia global, no hará más que dificultar aún más la subsistencia de aquellos colectivos que no tengan mucho que ofrecer (materias primas, servicios competitivos,alta tecnología en exclusiva, etc.)

Habiendo viajado un poco, hemos visto que se puede vivir con US$ 20.- al més en Cuba, o incluso menos en Tanzania, y tambien se puede subsistir con US$ 5,000 en los paises árabes.

Las diferencias de ingresos per cápita son abismales, sin embargo el índice de pobreza se mide, no en términos monetarios, sino en la capacidad de satisfacer los mínimos de supervivencia, a saber, alimentación, cobijo, seguido de educación y sanidad.

Encontramos (a falta de estadísticas fiables) que paises muy "ricos" tienen a parte de su sociedad, muy por debajo del umbral de la pobreza, y otros, con un PIB despreciable, que sin embargo proveen una tasa de pobreza sorprendentemente inferior a lo que cabría esperar.

Asi como está fijado el precio de referencia del oro a nivel mundial (que no se puede comer) debería haber un precio totalmente homogeneo desde el punto de vista de paridad de divisas, para los cereales, la leche, los huevos, y el aporte familiar para la vivienda (sea de alquiler o de compra). Por descontado la sanidad y la educación no tienen precio y deben ser por igual, gratuitos a nivel mundial.

Como ejemplo aritmético tendríamos que si p.ej. en Cuba un litro de leche vale 0,01 Unidades monetarias y en USA vale 1,00 UM., es correcto que en Cuba el Ingreso per cápita sea de 10 UM y en EEUU de 1000.- Eso sí, el tipo de cambio debería ser necesariamente de 100 UM cubanas=1 UM de USA.
Evidentemente no es la leche.., son todos los productos básicos típicos de supervivencia, así como los de vivienda, que tienen que conformar la "cesta" del cambio de divisas.

Siguiendo éste simple precepto, nos encontraríamos más cerca de una valoración equitativa del comercio internacional, menos destrucción de empleo local, la igualdad de oportunidades sería planetaria y sobre todo, nos podríamos ahorrar los movimientos especulativos de bienes y servicios que solo enriquecen a unos pocos oportunistas.

martes, 16 de noviembre de 2010

Monópoly

Era por allá en los años 80 del siglo pasado, mis hijos eran pequeños y para pasar el rato nos aficionamos a jugar al monópoly. Aun no habia Nintendos ni Xbox, por no haber, no había siquiera internet. Nos aficionamos bastante y al cabo de bastante rato, gracias a mi suerte y estrategia probada, había conseguido tener varias propiedades seguidas en el tablero. Imposible que mis adversarios no cayeran en cada pasada para pagar su "alquiler" en mis hoteles. Finalmente uno de mis hijos se quedó sin blanca. Con rábia y casi con lágrimas en los ojos, se disponía a abandonar el juego, despotricando contra las injusticias del mundo. En ése momento, al igual que ahora el gobierno de los Estados Unidos, tuve la ocurrencia de dar una oportunidad de seguir jugando todos,(ellos inyectando 600,000 Millones de dólares a la economía estadounidense y yo,repartiendo a mis hijos, y por supuesto a mí tambien), un billete de mil a cada uno, así había de nuevo dinero en circulación, incluso para el que se había quedado sin nada.
Funcionó durante un rato...despues, como yo ya tenía la hegemonía de propiedades, acabé quedandome con todo. El desencanto de mis hijos no mejoró cuando vino su madre, cogió el tablero, lo rompió en trocitos y requisó todos los billetes y los dados. - Desde entonces no volvimos a jugar al monópoly -.

Hoy pienso, que quizas mi buena intención de dar una segunda oportunidad, era una quimera, posiblemente todavía estaríamos jugando todos, si hubiese hecho partícipes a partes iguales a mis hijos de mis propiedades. Así, cayera quien cayera, todos saldríamos beneficiados por igual. - Pero, en donde está entonces la gracia del juego ?.