viernes, 16 de febrero de 2018

Encallados



Esto va para largo...

Represión brutal el 1 de octubre en el referendum "ilegal" (según las leyes españolas).

Huelga general el 3 de octubre (amago de control de territorio por parte de la población).

Detención de líderes civiles y políticos - primero presos políticos, y ahora directamente rehenes del Estado.

27 de octubre, proclamación fallida de la República catalana, que sí, pero nó.  Puigdemont a Bruselas.

Golpe de Estado del gobierno español a Cataluña, implementación del famoso Art. 155 (que en ningún sitio prevée la sustitución de las autoridades catalanas) que sin embargo se lleva a efecto con un control remoto desde Madrid.

21 de Diciembre, nuevas elecciones al parlamento catalán, forzadas por el gobierno de España "ilegal" (según las leyes catalanas), y en las cuales, a pesar del grán esfuerzo mediático de los "unionistas" (CS, PP etc.,) no consiguieron imponer una mayoría en el parlamento, el que quedó inamovible con mayoría independentista a mayor frustración de ellos.

Y ahora qué ?

Lo fácil que sería investir al presidente elegido por la mayoría parlamentaria, sin ser amenazado ni perseguido, liberar a los presos (ahora rehenes) políticos, reconocer la voluntad de la mayoría del pueblo catalán por el derecho a la autodeterminación y comenzar una mesa de negociaciones para reducir al mínimo el daño por la separación de los 2 Estados, pero resulta iluso creer que ésto fuera, ni remotamente posible, pues de qué iba el gobierno de España prescindir, sin más, de casi un 20% de su población, territorio conquistado, y sobre todo de los beneficios que se derivan del expolio económico de ésta región ?.

Por la actitud extremadamente beligerante y amenazadora del Estado Español, se entiende que no estén haciendo fila los mártires, heroes u otros radicales para dejarse llevar al patíbulo sin más, y en su lugar hay un rifirafe o tira y afloja entre las diferentes facciones republicanas, para mayor alegría del gobierno central que no obstante tambien se va debilitando ante la opinión pública internacional, dado que su relato de la situación en Cataluña es cada vez más peregrino e inverosímil.

Como salimos de ésta situación? -  pues si nuestra nave está encallada en un escollo pétreo inamovible, sólo resta esperar que suba la marea. -

La protesta permanente e internacional, la resistencia pasiva, el cambio de nuestras costumbres y hábitos de consumo, todo orquestrado con una exquisita organización por los mas de 2 millones de afectados, que no unicamente por los políticos que nos representan y cuya labor tiene que ser apoyada sin fisuras, nos deberá llevar indefectiblemente, más temprano que tarde, a un arbitraje internacional que pueda llevar a una nueva organización territorial, ya no sólo de España, sino a medio plazo de otras regiones de Europa... Eso sí... paciencia. irá para largo y costará aún bastantes sacrificios a todos los afectados.


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