jueves, 23 de diciembre de 2010

Impuestos - mínimo de subsistencia

Por supuesto, el drama de eliminar el subsidio de subsistencia mínima (426€/mes), para algunos puede ser dramático, no obstante, la obtención de recursos por pequeños que sean, sin esfuerzo alguno crean adicción, a costa del resto de la sociedad que ve incrementados día a día sus contribuciones al "bien común" vía impuestos de toda índole.

Así como mucho parados potenciales están refugiados dentro de la órbita del funcionariado público, los parados de larga duración deberían forzosamente realizar un esfuerzo para obtener ingresos, sea limpiando bosques, atendiendo a personas de la tercera edad, participando en las necesarias obras públicas, que nunca se debían haber restringido, sin llegar a la política de "pleno empleo" de Carlos Andrés Perez, que obligaba a tener un ascensorista que apretara el botón, en todos los edificios públicos, con tal de que no haya nadie sin trabajo.

Por otro lado, me encanta que me bajen los impuestos para supuestamente gastar más.. es cierto, prefiero ahorrar la diferencia para asegurarme mi incierto futuro, al margen de peregrinos planes de pensiones, contribuciones a la Seguridad Social etc., sin embargo, aún no entiendo porque no se incrementan los impuestos a las grandes fortunas o ingresos multimillonarios. El límite me parece ronda el 40 y pico porciento. Yo he llegado a pagar un porcentaje superior al 37% y mi gestor me indicó que debía estar orgulloso de pagar tantos impuestos, dado que mis ingresos y por lo tanto mi aportación a la sociedad así lo ameritaban.

El estado recaudaría infinitamente más, cobrando el 80% sobre un sueldo millonario que cobrando el 10% a 50'000 mindundis mileuristas.

Si el problema es que la cantera del talento español, futbolistas, artistas, pseudo-gurús empresariales se largarían a otros paraisos fiscales mas benevolentes, pues que se larguen de una vez. Si todo talento, o empresario sin escrúpulos, vivales de turno u oportunistas, sólo existen por el contenido de su cartera, no son ni talento, ni empresarios, sino seres despreciables que chupan la sangre de toda la sociedad que no tiene mas remedio que tolerar sus excesos, por falta de sensibilidad (fiscal) de nuestros gobiernos.

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