martes, 11 de agosto de 2009

El papa y los preservativos

Acabo de leer una novela muy interesante sobre la vida hipotética del ser humano hace 12000 años
El hombre no sabía que su actividad sexual provocaba embarazos, aún así las mujeres se ponían piedras en la vagina y consumían determinadas hierbas para no ser bendecidas con una prole que en muchas circunstancias de todas formas estaba condenada a morir al poco de nacer, dadas las inclemencias naturales de la época. Con ello se conservaba un equilibrio que obedecía estrictamente a las leyes de la naturaleza.
El shamán de turno se cuidaba de conjurar los malos espíritus y consolar a las almas en pena.
La sociedad moderna con sus avances científicos, 12000 años mas tarde, consigue evitar las enfermedades mortales, salvaguardar y prolongar la vida cada vez más y hacer viables todos los nacimientos (sin garantizar sin embargo el bienestar de todos los individuos por las circunstancias de su lugar de nacimiento y capacidad económica)
La naturaleza, como se observa con todos los seres vivos (animales y plantas), tiende a un equilibrio, por eso hablamos tanto hoy en día de las alteraciones provocadas por el hombre al "ecosistema".
El más importante desequilibrio somos nosotros mismos: si no morimos, pero continuamos reproduciendonos, dentro de poco no cabremos en nuestra pequeña nave, o lo que es peor, la naturaleza nos devolverá al equilibrio a su manera, por ejemplo con pandemias como el SIDA, o alguna guerrita mundial...
El Papa se mete a científico y entra en territorios allende de sus competencias, . Los científicos tampoco analizan el genoma de dios.
O dejamos que sea la naturaleza que resuelva nuestros 12000 años de civilización con las propuestas eclesiásticas, sin preservativos.... pero entonces tambien sin médicos, clínicas, educación, higiene, etc.. para en muchos casos morir tal y como nacemos, o nos embarcamos en el tren de la civilización y atajamos los nacimientos no previstos o indeseados, a fin de poder seguir prolongando nuestra propia vida sin desbordar los límites que la propia naturaleza y nuestro planeta nos impone.
No hay mas opciones sin cometer genocidio.

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