Raices del extremismo

Carta abierta a Ori Brafman (The New York Times)
Sin duda la extrema pobreza es un caldo de cultivo para reclutar terroristas; sin embargo este problema, a mi entender se debe atajar necesariamente en 2 vertientes:
1) buscar los mecanismos económicos para una distribución más equitativa entre el esfuerzo personal, los recursos disponibles y la retribución individual, para conseguir al menos un nivel digno de subsistencia personal a nivel global.
2) Impedir por nuestra propia conveniencia el desequilibrio desmesurado de fuerzas y la violencia no contestable, protegiendo a toda costa a la sociedad civil frente a la maquinaria del poder.
Las naciones mantienen su equilibrio gracias a las alianzas con otras mas poderosas y a falta de alianzas, con mísiles nucleares,
Los ciudadanos de a pie, si son agredidos gratuitamente, aunque se trate de "daños colaterales" o supuestos errores, con perdida de sus seres queridos, vivienda, etc., serán los primeros candidatos a convertirse en "terroristas".
Siempre ha habido algunos pocos "extremistas" que por razones de su ideología han querido resolver sus inquietudes por la fuerza, y siempre han sido fácilmente identificables. Sin embargo el fenómeno "terrorista" ahora se ha convertido en una pandemia debido a las constantes agresiones injustificadas y salvajes, que a diario asolan a pueblos oprimidos, no sólo en Oriente Próximo sino en muchos otros paises.
Cada día contamos con miles de nuevos candidatos a terroristas que harán todo lo que esté a su alcance para vengar su desgracia, algo por lo demás comprehensíble y lógico. Son éstos los elementos que más facilmente pueden ser reclutados para inflingir daños a la sociedad "ordenada", incluso muy por encima, debido a que no tienen nada más que perder, que los individuos que "unicamente" padecen hambre pero no han sufrido el acoso del poder institucional.
Evitemos pues que haya cada día un peligro mayor de sufrir en propio cuerpo, los daños sufridos por aquellos que han sido atacados a su vez sin haber agredido a nadie y busquemos unos límites a la riqueza individual en beneficio del desarrollo de sociedades desfavorecidas. Conseguiremos un desarme gradual de las filas terroristas y una reducción de las migraciones descontroladas.